viernes, diciembre 16, 2005

Baile con sorpresas

El sábado fuimos a bailar con Julieta. Pero esta vez quiso ir a un boliche gay.
–Está bien, le dije yo.
Me dijo que tenía ganas de ver a algunos amigos que hacía mucho que no veía.

A mí los boliches gay me resultan divertidos, y me parecía muy bueno poder compartirlo con Juli. Hace mucho que no voy a uno. Así que cuando me preguntaron los hermanos en el Maxikiosco qué hacía el fin de semana, les conté re contenta que íbamos a bailar con la hermana a “Fiebre” el boliche gay más gay de la zona.

Llegamos tipo 1, porque sabíamos que iban a sortear unos viajes a Brasil, y Juli quería probar suerte. Así que tuvimos que hacer la cola para conseguir números, fue una cola muy amanerada, la que nos tocó!

Yo estaba esperando que empezara el baile, y cuando se largaron los primeros temas de Madonna, me largué a la pista de cabeza. Juli se quedó charlando con unos amigos, y esperó que comenzara la onda más tecno.

Bailamos un poco. Y yo aproveché para mirar a todas las chicas que había porel boliche. Un montón, y casi todas unas pendejas. En un momento me pareció que vi a Cintia, o a alguien muy parecida a ella. No pude ver con quién estaba, si la acompañaba la jugadora de hockey o no.

Para la hora de la cumbia, ya estábamos más que cansadas, pero igual nos metimos en el medio de la pista. Cuando de repente veo a Fernando, el hermano mayor de Julieta. Primero pensé que era alguien parecido, pero después vi a Gladys, su mujer, y entonces le hice una seña a Julieta.

Ahí comenzó un show aparte. Julieta se puso de varios colores, parecía que las luces del boliche la iluminaban de manera especial. ¡Sus hermanos! Julieta nunca habló de su inclinación tortillera con ellos, y ahora estaban los dos en la mima pista que nosotras! Porque al lado de Fernando estaba su hermano menor, Javier, y lo acompañaba un chico re-gay. Allí nos lo presentó: “Es es Paco, mi novio”

Julieta abrió tan grande la boca que parecía que se le iba a desencajar la cara. Yo miraba la cara pícara de Fernando y me di cuenta que él había tenido la feliz idea de aprovechar esta salida, para que sus hermanos pudieran hacer este reconocimiento.

Después de todo este espectáculo, nos fuimos a un bar a brindar con cerveza. Julieta me pidió que la acompañara esa noche. Y yo con gusto acepté. Las dos nos merecíamos esto.

domingo, diciembre 04, 2005

Maxikiosco


Hoy hace un mes que empecé a trabajar en el maxikiosco de los hermanos de Julieta. Estuvimos saliendo un tiempo hace dos años, creo, y luego nos separamos. Nunca nos peleamos, eso fue raro, pero ella quería viajar, y podía, y yo estaba anclada al laburo y sin un mango.

Nos reencontramos para el baile de la primavera. Estuvimos charlando un poco, poniéndonos al día como se dice. Me contó que el viaje se le pinchó porque se le murió el padre y tuvo que volverse rajando para acá, había llegado hasta Perú. Después de acomodarse un poco y terminar la cuestión de los papeles con la mamá y los hermanos, ahora habían empezado un negocio entre los tres. Ellos querían invertir una plata que les quedó del padre y de paso independizarse, porque trabajaban en relación de dependencia. Así que el negocito de Julieta se agrandó.

La verdad es que me vino justo este encuentro, como les diría, a pedir de boca. Yo estaba a punto de largar mi sueño de independencia, porque no conseguía nada. Cuando no me pagaban, el laburo no me gustaba, y cuando no me acosaban los tipos, las minas me cortaban el rostro… Hasta llegué a pensar seriamente en pasar a una etapa de retiro voluntario, para sacarme un poco toda la mala onda!

Pero encontrarnos con Julieta me dio la oportunidad de probar una vez más. Ellos se tuvieron que acomodar y al principio me querían anotar como empleada y yo no quería, para que no tuvieran más gastos. Al final les dije que sí, no viene mal tener un recibo en blanco a fin de mes. El boliche se llama Kumbias, porque a todos les gusta la música. Ahora vendo golosinas.

Además, Julieta por ahora está sola, y a veces salimos juntas. No es que me haga ilusiones, ya me dijo que sin compromisos, por ahora. Pero está muy linda, y yo, hace rato que necesitaba estar menos sola.