miércoles, agosto 10, 2005

Necesitaba un poco de aire

Cuando me di cuenta de que mi vida seguía en el mismo sentido, di un volantazo, o más o menos.
Descubrí que nunca más, después de lo de Beatriz, había pensado en irme por mi cuenta, buscar un lugarcito para mí sola. No es que en mi casa no me quieran, no, no es eso, pero necesitaba, necesito, ese airecito, ese lugar, que podés decir “Acá estoy yo”.
Y como no es fácil ni tomar la decisión, ni irse del todo, bueno, me dediqué a buscar cómo sería la cosa. Y acá estoy, en un lugarcito prestado por ahora, hasta que encuentro un verdadero laburo que me convenza. El locutorio fue, y después de que el dueño me echó, lo denuncié por acosador. Y bueno, creo que se lo tenía merecido, por lo menos ahora no tomó a otra pobre boluda, tuvo que tomar a un muchacho en mi reemplazo.
Y de a poco me voy haciendo a la idea de que las mujeres me van a volver loca. Cintia y Patricia, una por lanzada, y la otra por histérica me cansaron, Lorena me persiguió durante un mes para aclararme que ella no era así, violenta. Agh…
Por el momento nada en firme, estoy observando el barrio. Estoy más cerca del centro, aunque sigo afuera de la Capital.
Me enteré tarde del concurso de la “Banda Gilda”, y ahora unas pibitas que desafinan más que una se van a ir por ahí a cantar los temas de mi ídola musical número uno. Esta vida es muy injusta!

2 comentarios:

Roberto Iza Valdés dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
A. dijo...

De acuerdo contigo en que lo esencial es invisible a los ojos. pasaba por aqui... en el vecindario de los blogs

*;)