lunes, mayo 30, 2005

Cuándo empecé a escribir?

Creo que la primera vez que una compañera de la escuela secundaria me parecía que me gustaba un poquito. Hace tanto de eso!! Fueron años de llevar un diario, desde el despertar sexual, hasta el despertar con otra chica al lado mío. Ja!
Desde la decisón de contarles a mis viejos “Soy torta”, hasta bancar a Bea, cuando la echaron de su casa.
Y luego tiré todo. Sí, no quise guardar todos esos cuadernitos o libretitas. Las quemé. No me banqué todo eso escrito allí.
Y ahora volví. Pero esto es distinto. Es casi un diario, pero yo no decido quién me lee y quién no, o sí?

Mi tía Marta se alegró tanto de verme. Estaba re contenta porque el viernes había pasado por la plaza y había visto un montón de gente por algo del aborto, me dijo. Andá a saber en qué anda mi tía. Ya me contará, pero ahora quiere que le cuente yo todo sobre mí. Así que me voy preparando para unas cuantas horas de mates con yuyitos, y alguna torta casera que seguro vamos a preparar juntas. Me vendrá bien un poco de charla y unos cuantos mimos. Es distinto que escribir.

domingo, mayo 29, 2005

No me escapo

No. En realidad, busco encontrarme, saber un poquito qué quiero.

Es la primera vez que una mina intenta manejarme, controlarme, e incluso usar su fuerza bruta. No me sorprende, porque tengo amigas las que les pasó, y hasta yo les di refugio en casa de mis viejos. Pero cuando te toca en tu propia carne, es otra cosa.

Creo que desde que Bea decidió poner fin a su vida, anduve así, saltando de una relación de una noche o dos, a otra, tratando de no pensar demasiado. Sí, claro, es muy duro que se te muera tu pareja al lado tuyo, y a mí me cuesta reconocer que estoy mal, que necesito parar, ayuda, qué se yo. De todas mis amigas, decidí frecuentar solamente a Mechi y Lorena, porque con ellas no tenía que explicar demasiado, andábamos todas más o menos en la misma locura. Nos decíamos el trío El Aguante, pero no nos aguantamos tanto.

Hay algo de esto que pasó con Lore que me quedó rebotando en el cerebro: “Dejá de usar a la gente”, me gritó en el medio de la última pelea. Quizás es verdad.

sábado, mayo 28, 2005

Que me pasó?

En realidad, no sucedió gran cosa. Si lo cuento en detalles, son más mis sensaciones.
Yo diría, que vi el monstruo acercándose a mí. O mejor, que vi la garra del dinosaurio de Charly, llegando velozmente en el aire contra mi cara.
Y salí corriendo.

En palabras más comunes, sería algo así como: celos, mezclados con pasión/posesión, mi idealización de algunas situaciones, todo en una sola persona. (esto también me lo dijo Mechi, en realidad) Y la guacha me dijo más cosas: que lo de Lorena a ella no le cerraba, que por qué tengo que terminar haciendo lo que me hace daño…. Ufff!! un montón de cosas. La verdad es que me dio mucho alivio encontrarme con Mercedes a solas, mate de por medio, y un poco de música para aliviar mi corazón.

Y estoy pensando en tomarme unas vacaciones. Es decir, tomar distancia. Hace mucho que no veo a mi tía Marta, la feminista, bruja, y tor… no, ella es lesbiana, y le gusta que le diga así.

Creo que hoy saco pasaje para Córdoba.

viernes, mayo 27, 2005

Despues del huracan

Como se puede estar y bien mal al mismo tiempo?

Cómo se hace para detectar antes de que suceda lo peor?

Sí, ya sé es una pregunta tonta que me hago. Porque si no estaríamos todas tratando de saber antes qué va a pasar con tal o cuál cosa o alguien, y no haríamos nada.

Esta vez, me engañé. Y en ese engaño, se me fue parte de mi esperanza de encontrar una amante, y algo más.

Adiós al tirarse a la pileta sin saber si el agua está sucia o no. Ya no quiero más eso para mí.

Lo de Lorena, fue demasiado terrible para quedarme tranquila llorando el golpe, y nada más.

No quiero esto nunca más. No.

martes, mayo 24, 2005

Haciendo el amor en el taller

Un taller es un taller. Pero este no es un taller común.

Ella se acerca y siento un latido frenético adentro mío.
Un saxo entibia las paredes con fotos de mujeres y varones desnudos…
Su boca en mi boca se convierte en vino del mejor.
Los pies desnudos tocan la otra piel. Roce. Patada. Unidos rodean la espalda de la otra.
Ella quiere ser llevada a la cúspide del placer.
–Te espero, y llegamos juntas– dice.

Cabalgata de yegua en pelo. Sacudidas, tirones, mordiscos. Ella devora mi deseo.

Se descorre un velo. Descubrí a otra Lorena.

domingo, mayo 22, 2005

Lorena y yo

Nos llevamos muy bien con la colorada. Somos del mismo signo, yo le llevo dos años. Cuando ella está deprimida, yo también, y cuando yo me enojo, a ella también le agarra la loca, y nos peleamos juntas. Mercedes ya nos conoce y nos deja tranquilas.
El viernes Lorena llamó al locutorio y avisó que estaba depre, así que que la pasáramos a bscar el sábado por el taller para ir a bailar con nosotras.
De nosotras tres, Lorena es la más machona. Trabaja en el taller de electricidad del padre. Le va bien, cuando se murió el viejo, ella ya tenía un montón de experiencia, y pudo mantener la clientela del padre y llevarse algunos clientes del taller donde laburó antes. El viejo nunca la dejó trabajar en el suyo, decía que ese no era trabajo para mujeres, y menos para su hija. Lorena, rebelde como ella sola, estudió, y se hizo todos los perfeccionamientos que pudo, viajó a Estados Unidos y a México. Pero en el taller grande nunca dejó de ser empleada. Ella sabía que no le pagarían más, porque son tan machistas como el viejo, solamente que podían explotarla sin miramientos.

Me gusta Lorena, de hace mucho. Y ella me quiere por temporadas. Ya éramos amigas, cuando conocimos a Mercedes. A ella le costó entender cómo podíamos ser amigas, y a veces amantes, pero se acostumbró… más o menos

Bailamos separadas hasta eso de las 3 y media. Fuimos al baño juntas, yo me tomé mi agua fresca, y ella me dijo: “¿qué te parecen unos lentos?” Yo le dije: “Dale!” Y salimos de la mano.
Esperamos hasta el tercer tema, porque si salimos con la pista vacía nos miran como bichos raros, y no pasan más de tres canciones, para que no bailemos. Ya nos pasó una vez. Entramos con Patricia Sosa:

Esta noche no me pidas nada
Solo endulsame los oidos

Lorena estaba linda anoche. De pantalón, como siempre, y una camisa azul Francia de seda que le quedaba un poco ajustada, y le marcaba bien las tetas. No hizo falta mucho más, un par de temas y ya estábamos saliendo para el llerta. Ahí tiene acomodada la oficina con un sofá-cama buenísimo. El único problema es que hace un poco de frío. Pero anoche no lo sentimos para nada.

Me gusta bailar (muuuuuuucho!)

Hace dos años que con Mercedes salimos todos los jueves y sábados a bailar. No importa con quién andemos, y si estamos solas más todavía.
Nos encontramos una hora antes de que abra el boliche. Es uno que pasa muy buena cumbia y ahora, después de que le insistimos un montón, también rock nacional.
El lugar es feo, horrible, como todos los boliches que conocemos. El dueño es un delincuente peor que Chabán. Este no tiene muertos a sus espaldas, pero para mí tiene muertos en vida, por la bebida y otras drogas menos legales que esa. Pero en fin, ese es otro tema.
Y vos? Me dirán ustedes, ¿qué, no tomas? No, yo no tomo ni una gota en el boliche, ni de agua. Me llevo mi petaquita en la cartera. Me hicieron un montón de problemas, pero yo les dije que no puedo tomar, que me hace mal. Y les llevé un certificado médico, que me consiguió Mechi en el hospital. Ahí recién me escucharon, y entonces les ofrecí pagarles una entrada, como si fuera un tipo, para que me dejen bailar tranquila. Aceptaron. (Yo en ese lugar no tomo ni una cerveza en lata).

Tenía ganas de bailar acumuladas del jueves que no pude salir. Este sábado, se nos unió Lorena, que andaba suelta y con ganas de divertirse. Por suerte yo también.

jueves, mayo 19, 2005

Hoy no me siento bien

Estoy cansada. El dueño del locutorio me pidió que me quedara a cubrirlo porque tiene un compromiso familiar, creo que se le murió una tía.
El problema es que me lo pidió de tan mala manera! Y yo no quería quedarme, esa es la verdad. Me encontraba con Cintia, el último día antes de que se interne para estudiar no sé cuántas materias, me dijo.
Hoy es el cumple de mi viejo, y por milagro está en casa, y no de viaje como casi todos los años. Así que mi vieja hacía una comida especial: lechón asado. Es lo que me estoy perdiendo ahora, en este momento. Estoy furiosa, y mal humorada.
Además no sé para qué escribo todo esto acá. No sé para quién, en realidad. ¿alguien lee esto que escribo?, además de mí claro.
Pero lo que realmente me puso más mal es que esa perra de Patricia me ignoró por teléfono. ¿Cómo pudo? Y sí, yo la llamé, porque sabía que ella no me llamaría aunque fuese su única posibilidad de cobrar una comisión en todo el mes. Me atendió, y me preguntó quién era dos veces, haciéndose la boluda. Agrrrrrrr, qué bronca que me dio!!! A partir de ahí la traté mal, y ella peor. Conclusión: no la pude invitar a nada, esa era mi intención. Y ahora estoy acá, con una mufa total.
Cintia no me ve hoy, y no sé cuándo nos volveremos a ver. Su novia se va a jugar al hockey por no sé dónde, y ella quería acompñarla. “Acompañar al equipo” se dice entre ellas, porque la novia, Luciana o algo así es el nombre, es más tapada que una mermelada en un frasco.
Y encima no puedo ir a bailar con Mechi, porque sea la hora que sea que salga de acá, voy derecho para casa a saludar al viejo.

Uffff! Qué día el de hoy, y qué noche me espera!!!

miércoles, mayo 18, 2005

La hermana de Cintia



Patricia entró en el locutorio y pidió una cabina, como siempre. Pero en su mirada noté algo más. Cuando salió, no pude dejar de preguntarle si no la podía invitar con un café de la máquina expendedora. Primero dijo que no, y después cambió de idea.
Aprovechamos que no estaba el dueño, y nos sentamos enfrente de la computadora que está al final del salón.
Hoy estaba más linda que otros días. Con sus rulos rubios completamente erizados. No se parecen mucho con Cintia, salvo en la mirada, que según Cintia comparten con la madre.
–Cintia me dijo que querías hablar conmigo.
Yo me hice la tonta, pero aproveché que ella empezó.
–Sí, me quiero mudar, y quiero averiguar por un lugar que yo pueda pagar, pero que esté en buenas condiciones, y como vos estás en el negocio, quería pedirte consejo.
–Ah!, dijo primero, y se sonrió.– En estos momentos tengo pocas ofertas para recomendarte, los precios están muy altos, pero no sé ¿por qué zona estás buscando?
Su respuesta, y más su sonrisa, me dejaron dudando. Ignoré su pregunta y me mandé.
–¿Por qué te sorprendiste? ¿Dije algo malo?, le pregunté.
–Pensé que como sos amiga de Cintia, no sé, tal vez... querrías tirarte un lance conmigo.
Casi se me cae el café encima de la emoción, pero sobre todo porque me dejó la pelota en mi lado de la cancha, mal.
–Yo no soy amiga de Cintia, soy su amante.– le dije. Y si quisiera tener algo con vos te lo diría directamente,– le aclaré, para confundirla, clavándole la mirada.
–Te agradezco la sinceridad,– me contestó completamente nerviosa, buscando algo en su cartera.
–Es una de mis pocas cualidades,– le devolví, ya completamente fría.
–Me tengo que ir, se me hace tarde,–dijo, levantándose de la silla.
–Te doy mi teléfono para que me avises si sale algo por esta zona, o más cerca de la estación, tambén está bien.– Le chanté el papelito con el número en la mano cuando se iba.

Cintia me advirtió que su hermana era prejuiciosa con sus amigas. Pero lo que no sabe Patricia es lo que a mí me atraen las minas como ella, que ocultan sus dudas detrás de esa máscara de rechazo o de frialdad.

martes, mayo 17, 2005

Las tortas podemos embarazarnos (de otra lesbiana)

–En dos oportunidades estuve embarazada.– le dije a Cintia, y comenzó a reirse. Sabía que iba a pasar, pero no puedo dejar de contarlo.
–Nadie me cree cuando digo que sólo había estado con mujeres, que una mujer puede hacerte el amor con tanta intensidad que es capaz de dejarte embarazada.
La segunda oportunidad, cuando el médico me estaba preguntando por décima vez quién era padre, opté por mentir y decir que habían sido relaciones ocasionales con tipos.
Aclaro: no continué esos embarazos, porque no quería tener hijos en ese momento. Ahora tampoco.
Es verdad, ya sé que no es algo común, pero creo que es algo que sucede en mi familia por lo menos. Mi tía Margarita, la hermana de mi mamá, torta como yo o más, pasó por una situación similar. Yo tampoco le creí a ella, hasta que me sucedió a mí.
Desde ese momento me empecé a cuidar, y cuando veo que la chica es muy intensa saco los forros y los preparo porque seguro que yo, me quedo embarazada.
Siempre les digo a mis amigas lesbianas y a las chicas que salen con chicos y con chicas que no se pueden quedar tan tranquilas cuando lo hacen con otra chica, y más si son muy fogosas. Pero casi todas me miran como preguntando por cuál número de cerveza voy, o si les estoy haciendo una broma. Lo más lejos de mí.
El mayor problema lo tuve, en realidad, cuando tuve que decirles a las chicas con las que estaba saliendo, lo que me había pasado.

Cintia me miró con los ojos llorosos, ya lloraba de tanto reírse de mí. Ojalá tome sus precauciones.

lunes, mayo 16, 2005

Particulares clases de computación

Cintia me está gustando, ttiene algo. Desde que la vi la primera vez en el locutorio me llamó la atención.
Nos encontramos cuando salgo del laburo. (entro a las 9 y salgo a las 6, salvo los domingos, que no trabajo)
El sábado la pasé a buscar por un ciber al que va a veces a jugar. Me invitó a jugar con ella. Ni loca! le dije. Yo del Pacman no pasé, y me muero si tengo que matar un bicho que me está persiguiendo. A ella le encantan esas cosas…...

Pero después tuvimos nuestro encuentro, y parece que la hora jugando la inspiró porque empezó a desvestirme y a decirme cosas relacionadas con la computadora, y la verdad que algo de lo que me dijo me quedó.
–La piel es como lo que ves cuando navegás por internet. Si tocás acá, me dijo rozando sus dedos sobre mi pezón izquierdo, se abre otra ventana, ¿no? Y yo le decía que sí, porque parecía que me sumergía en otro mundo.
–Cuando te doy un beso, es como que abro un programa nuevo, ¿no te parece? Y otra vez yo le decía que sí.
–Debajo de la piel hay un sistema nervioso y venas y arterias que nos transmiten sensaciones, con las páginas de internet pasa lo mismo. Y yo me la quedaba mirando cómo me lo demostraba, apretando mis tetas, besando ombligo, rozando sus dedos en distintos rincones de mi cuerpo desnudo.
Cuando las dos estábamos mirándonos, como si fuésemos el reflejo de la otra en el espejo, me preguntó:
–Mi pancita es más chata que la tuya, Gilda. ¿estuviste embarazada?
–Sí. Fue todo lo que pude decirle. Y continuamos nuestra lección tan particular de computación.

viernes, mayo 13, 2005

Diálogo en el bar

–¿Y, cómo estuvo? ¿Pipí cucú?,– me preguntó Mercedes.
–¿Pipí cucú? No, más que eso! Estuvo espectacular,– le respondí.
–Dale negra, contá algo más, no me vas a dejar con la intriga, ¿eh?– Mercedes me amenazó con su vozarrón.
–Pero que querés, que te cuente una película porno acá en el bar? Te vas a calentar y después me vas a echar la culpa a mí, de que no podés quedarte a bailar,– me defendí.
–Yo jamás me caliento cuando vos nos contás tus cosas!– quiso defenderse Mercedes, pero sin mucho resultado.
–Está bien. La piba, Cintia, es un bombón que en un momento te hace estallar de calentura. No sé quién le habrá enseñado, y pensar que a mí no me gustan las masculinas. Pero ella parece muy camionera, pero en la intimidad de una habitación se le van todos esos gestos duros que tiene.– Y suspiré sin querer.
–No ves!, ya estás haciéndote la poetisa otra vez. Quiero hechos contantes y sonantes,– dijo insitente Mercedes, golpeando la mesa y haciendo ruido con los vasos.
–No me hago la poetisa, es lo que siento Mercedes. Vos no podés impedirme que me exprese como yo quiero, che!
–Uf, está bien, negra, no te pongás así. Pero es que me sacás de mis casillas. Dale, contá como vos quieras,– cedió por fin Mechi.
–Ya te dije, y por ahora eso es lo que te voy a contar. Fue un buen momento, muy bueno. Y además a mi me gusta su hermana, y no sé cómo voy a hacer para que me la presente.
–Sos insaciable, peor que yo! Aprovecharte así de una piba! No podés, Gilda!
–Pero si yo le dije de entrada que no me gustan las machonas. Al final cedí porque, bueno, ya viste cómo soy, somos. No podemos negarnos, ¿no?

jueves, mayo 12, 2005

Mis amigas y yo

Algunos piensan que las mujeres como yo no podemos tener amigas (mujeres ni varones). Mercedes y Lorena son mis amigas.
Mercedes es muy parecida a mí, pero en versión hétero, claro, si no anda con dos tipos a la vez no se siente realizada. En cambio, Lorena es tan diferente a nosotras! Hoy está con un tipo, mañana se pelea y al otro día anda con una mina. Es muy enamoradiza.
Mercedes y yo no. Nos cuesta enamorarnos, nos calentamos, por supuesto, como cualquier persona normal, pero para el amor somos más duras.
Yo, por ejemplo, hace tanto que no me enamoro!, desde Bea, creo. Y antes de ella hacía muchísmo que una chica no me volvía loca. Si hasta me fui de mi casa por ella.
Hoy estoy sola y lo disfruto, pero a veces me da por extrañar el amor. Al final Lorena tiene razón, me dice que soy más romántica que ella. Yo no sé, pero a veces quisiera enamorarme de alguien, de una chica claro.

miércoles, mayo 11, 2005

No Me Arrepiento De Este Amor


No me arrepiento de este amor
aunque me cueste el corazon
amar es un milagro y yo te ame
como nunca jamas lo imagine

Tiendo a arrancarme de tu piel
de tu recuerdo de tu ayer
yo siento que la vida se nos va
y que el dia de hoy no volvera

Despues de cerrar la puerta
nuestra cama espera abierta
la locura pasionada del amor

Y entre un te quiero y te quiero
vamos remonatando al cielo
y no puedo arrepentirme de este amor

No me arrepiento de este amor
aunque me cueste el corazon
amar es un milagro y yo te ame
como nunca jamas lo imagine

Tiendo a arrancarme de tu piel
de tu recuerdo de tu ayer
yo siento que la vida se nos va
y que el dia de hoy no volvera

Despues de cerrar la puerta
nuestra cama espera abierta
la locura pasionada del amor

Y entre un te quiero y te quiero
vamos remonatando al cielo
y no puedo arrepentirme de este amor

No me arrepiento de este amor
aunque me cueste el corazon
amar es un milagro y yo te ame
como nunca jamas lo imagine

Tiendo a arrancarme de tu piel
de tu recuerdo de tu ayer
yo siento que la vida se nos va
y que el dia de hoy no volvera

Despues de cerrar la puerta
nuestra cama espera abierta
la locura pasionada del amor

Y entre un te quiero y te quiero
vamos remonatando al cielo
y no puedo arrepentirme de este amor

No me arrepiento de este amor
aunque me cueste el corazon
amar es un milagro y yo te ame
como nunca jamas lo imagine

Tiendo a arrancarme de tu piel
de tu recuerdo de tu ayer
yo siento que la vida se nos va
y que el dia de hoy no volvera

Letra de Gilda, mi ídola musical.

Cierro los ojos y pienso en ella, qué linda que era!!!


Amigarse con la tecnología

No sé cómo voy a hacer para entender todo lo que me dice la pantalla.
Por un lado me encanta sentarme y leer, buscar cosas raras y encontrarlas. Por el otro, me da bronca que en una misma pantalla haya cosas en castellano y otras en inglés. Yo apenas sé hablar en español, así que más vale que le vaya pidiendo a alguien que me ayude a poner lindo este blog. Además me da un poco de bronca, porque donde dice About me tendría que decir Acerca mío, ¿no? Y después dice Name y Location y la otra frase que debe querer decir mirá quien soy o algo así, pero yo no puse ninguna foto, eh!

Hay una chica que viene casi todos los días al negocio, trabajo en un locutorio que tiene 5 máquinas con internet, sin juegos, porque la moyoría vienen a chatear. Suele venir con otra chica, para mí que tienen onda. Pero la que me gusta es su hermana, pero ella sólo viene al locutorio, y no sé si le podré preguntar algo sobre la compu. Creo que me puedo jugar, y de paso aprovecho y charlo con ella un rato.
Todo mientras no esté el dueño, como ahora que se fue a hacer trámites. Por eso a esta ahora puedo sentarme, si no hay clientes, a leer en internet, a chatear y a escribir acá.
Algún día tendré que tener mi computadora nomás.

martes, mayo 10, 2005

B, una lesbiana sin remedio

Estábamos bailando en el cumpleaños de Andrea. Hasta que llegó el tema que nadie quiere bailar. Ese que dice que la chica es muy sucia... el de Damas Gratis, creo.
B y S estaban transpiradas. Se podía sentir el aroma picante del aire en el patio interior de la casa de Andrea. S además estaba borracha, y se quedó sentada en el piso. Entonces B me agarró para seguir bailando. Ahí fue que me dijo: ¿querés encontrarte conmigo a solas? Y B estaba ahí nomás, cerquita, pero no podía escuchar porque la música estaba refuerte. Y yo no pude dejar de tentarme. Qué se yo, B me gustaba de antes, hace mucho, de cuando salía con mi amiga Lorena.
Así que nos encontramos en una bar cerca de su laburo, después que yo salí del mío. Tomamos un café, y rajamos para el telo que está a la vuelta. No fue la única vez que nos encontramos. B me decía que quería volver a enamorarse de S, y yo le decía que así no le iba a resultar más fácil.
La verdad que lo pasamos re lindo.
Pero cuando S se enteró de que B le metía los cuernos, tuvimo que dejar de vernos. Y ahí yo conocí a Bea, y todo empezó a cambiar muy rápido.

Los celos algo dicen

No recuerdo el signo de B, pero S es de cáncer, y saliendo con B o se curaba sus celos o terminaba desangrada con cuernos gigantes sobre su frente y clavados en su corazón.
Creo que la 2ª vez que hablé con B me di cuenta, por una pregunta que me hizo sobre una mina, que terminaríamos acostándonos, y que ya no estaba enamorada de S. (Tal vez nunca lo había estado)
Y así fue.

Hola

No sé muy bien qué hago con esto ahora.
Gracias al flaco Perico, que me ayudó a abrir este blog.
Bueno, vamos a ver qué les puedo contar de mí.

chau!