lunes, mayo 16, 2005

Particulares clases de computación

Cintia me está gustando, ttiene algo. Desde que la vi la primera vez en el locutorio me llamó la atención.
Nos encontramos cuando salgo del laburo. (entro a las 9 y salgo a las 6, salvo los domingos, que no trabajo)
El sábado la pasé a buscar por un ciber al que va a veces a jugar. Me invitó a jugar con ella. Ni loca! le dije. Yo del Pacman no pasé, y me muero si tengo que matar un bicho que me está persiguiendo. A ella le encantan esas cosas…...

Pero después tuvimos nuestro encuentro, y parece que la hora jugando la inspiró porque empezó a desvestirme y a decirme cosas relacionadas con la computadora, y la verdad que algo de lo que me dijo me quedó.
–La piel es como lo que ves cuando navegás por internet. Si tocás acá, me dijo rozando sus dedos sobre mi pezón izquierdo, se abre otra ventana, ¿no? Y yo le decía que sí, porque parecía que me sumergía en otro mundo.
–Cuando te doy un beso, es como que abro un programa nuevo, ¿no te parece? Y otra vez yo le decía que sí.
–Debajo de la piel hay un sistema nervioso y venas y arterias que nos transmiten sensaciones, con las páginas de internet pasa lo mismo. Y yo me la quedaba mirando cómo me lo demostraba, apretando mis tetas, besando ombligo, rozando sus dedos en distintos rincones de mi cuerpo desnudo.
Cuando las dos estábamos mirándonos, como si fuésemos el reflejo de la otra en el espejo, me preguntó:
–Mi pancita es más chata que la tuya, Gilda. ¿estuviste embarazada?
–Sí. Fue todo lo que pude decirle. Y continuamos nuestra lección tan particular de computación.

1 comentario:

leche! dijo...

fue chistoso porque me reí mucho al principio y luego que me caliento.... qué cosas.. jaja