martes, mayo 10, 2005

B, una lesbiana sin remedio

Estábamos bailando en el cumpleaños de Andrea. Hasta que llegó el tema que nadie quiere bailar. Ese que dice que la chica es muy sucia... el de Damas Gratis, creo.
B y S estaban transpiradas. Se podía sentir el aroma picante del aire en el patio interior de la casa de Andrea. S además estaba borracha, y se quedó sentada en el piso. Entonces B me agarró para seguir bailando. Ahí fue que me dijo: ¿querés encontrarte conmigo a solas? Y B estaba ahí nomás, cerquita, pero no podía escuchar porque la música estaba refuerte. Y yo no pude dejar de tentarme. Qué se yo, B me gustaba de antes, hace mucho, de cuando salía con mi amiga Lorena.
Así que nos encontramos en una bar cerca de su laburo, después que yo salí del mío. Tomamos un café, y rajamos para el telo que está a la vuelta. No fue la única vez que nos encontramos. B me decía que quería volver a enamorarse de S, y yo le decía que así no le iba a resultar más fácil.
La verdad que lo pasamos re lindo.
Pero cuando S se enteró de que B le metía los cuernos, tuvimo que dejar de vernos. Y ahí yo conocí a Bea, y todo empezó a cambiar muy rápido.

No hay comentarios.: